dismorfobia

Dismorfobia: el trastorno obsesivo por la apariencia

La dismorfobia, también conocida como trastorno dismórfico corporal, es un trastorno mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. Quienes lo padecen, experimentan una preocupación excesiva y obsesiva por su apariencia física, llegando a afectar su vida cotidiana. ¿Cómo identificarlo y tratarlo? Te lo contamos en este artículo.

¿Qué es la dismorfobia?

La dismorfobia, también conocida como trastorno dismórfico corporal, es una enfermedad mental que afecta a la percepción de la apariencia física de una persona. Quienes la padecen tienen una preocupación excesiva y obsesiva por algún defecto o imperfección en su cuerpo, lo que les causa malestar emocional y deteriora su calidad de vida. Según la Academia Americana de Psiquiatría, la dismorfobia afecta a un 2,5% de la población mundial.

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¿Quiénes la padecen?

La dismorfobia afecta a hombres y mujeres de todas las edades, aunque suele manifestarse durante la adolescencia. Muchas personas que la padecen evitan socializar y salir de casa, ya que sienten vergüenza y miedo a que los demás noten sus «defectos» físicos. Esto puede afectar su capacidad para trabajar, estudiar y establecer relaciones interpersonales saludables.

¿Cómo se manifiesta la dismorfobia?

La dismorfobia se manifiesta de diferentes maneras, dependiendo de la persona y el grado de afectación que presente. Los síntomas más comunes son:

  • Preocupación excesiva por algún defecto o imperfección física que se considera exagerado o inexistente.
  • Comparación constante con otras personas que se perciben como más atractivas.
  • Comprobaciones compulsivas del defecto a través de espejos, superficies reflectantes o imágenes en redes sociales.
  • Evitación de actividades sociales, familiares o laborales que puedan exponer la imperfección.
  • Ansiedad, depresión, baja autoestima y sentimientos de vergüenza y aislamiento.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la dismorfobia se realiza a través de la observación de los síntomas por parte de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra. Es importante que se realice una evaluación exhaustiva para descartar otros trastornos que puedan manifestarse de manera similar, como la anorexia nerviosa o la bulimia.

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¿Cómo se trata?

El tratamiento de la dismorfobia incluye terapia cognitivo-conductual, terapia de grupo y/o terapia farmacológica. El objetivo principal es reducir la obsesión y la ansiedad relacionada con la apariencia física, y mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.

En cuanto a la terapia cognitivo-conductual, esta consiste en identificar y modificar los pensamientos distorsionados y las conductas compulsivas relacionadas con la apariencia física. A través de la terapia de grupo, las personas con dismorfobia pueden compartir experiencias y aprender habilidades sociales y de afrontar los problemas.

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